Conducir en la nieve no es sencillo y si no se toman las debidas precauciones puede llegar a ser muy peligroso. En aquellos lugares donde las nevadas son comunes y abundantes, los coches y las personas cuentan con las herramientas adecuadas para enfrentarse a la nieve y al hielo.
Pero en aquellos lugares donde la nieve es esporádica, no todos los coches tienen cadenas preparadas, ni todos los conductores conocen las pautas a seguir.
Por ejemplo, ¿en qué marcha se debe circular si vas sobre hielo?, ¿cuándo debes poner las cadenas?, ¿puedes frenar repentinamente en la nieve? Estas son algunas de las muchas dudas que debes resolver antes de conducir en la nieve.
Consejos para conducir en la nieve
A continuación los principales consejos para evitar accidentes con el coche en la nieve:
- Usar el pedal de freno como si no tuvieras ABS: es decir, sin pisar el freno a fondo y pisándolo poco a poco de forma prudente. Es importante hacerlo con suavidad y debe usarse para mantener la distancia de seguridad, pero de forma mucho más premeditada, pues el coche no va a frenar igual de rápido ni se va a adherir al suelo de la misma forma.
- Cuidado con el volante: además, debes tener cuidado con el volante, pues cualquier mínimo movimiento podrá desestabilizar el coche por completo. Así que evita grandes cambios de dirección y la conducción agresiva. Intenta que los movimientos sean sutiles y estarás sobre seguro.
- Cuidado con el hielo: porque es extremadamente resbaladizo, más que la nieve y si no tienes un buen control, el coche puede moverse demasiado y el accidente está asegurado. Además, los neumáticos agarran menos aunque lleven cadenas, por lo que el único consejo aceptable es alejarte del hielo.
- Nieve con hielo: el hielo no siempre es fácil de identificar. Muchas veces debajo de la nieve hay una o dos capas de hielo. De hecho, ten siempre en cuenta que a la sombra, lo más probable es que haya hielo y si la temperatura está por debajo de los 5º, también. Por lo que es importante que te asegures antes de pasar con el coche.
- Lleva cadenas en el maletero: si vives en un lugar frío donde las precipitaciones o la nieve son comunes, en cuanto empiece el mes de octubre lleva unas cadenas contigo. Por un lado, si pasas por un punto donde la señalización las vuelve obligatorias, podrán multarte si no las llevas. Y, por otro lado, conducir en la nieve sin cadenas es extremadamente peligroso. De lo contrario, podrás quedarte atrapado y sin opciones, salvo esperar a que llegue la grúa.
- Neumáticos de invierno: otra opción es comprar neumáticos de invierno. En los lugares fríos son muy comunes entre los meses de octubre y abril. Son perfectos para mejorar el agarre, y cuidar la distancia de frenado. Asimismo, son perfectos para resistir a temperaturas por debajo de los 7ºC sin sufrir ningún inconveniente. Por otro lado, a diferencia de lo que pasa con las cadenas, con los neumáticos de invierno no verás reducida la velocidad.
- Abrigar la batería: quizá parece un consejo algo extraño, pero si quieres que tu coche resista las bajas temperaturas y que te lleve de un lugar a otro, es importante que la batería se encuentre en buen estado, es decir, que no baje demasiado su temperatura. Y es que, si las baterías tienen varios años y además se encuentran en un ambiente frío, pueden tener dificultades para arrancar. De hecho, puede que el coche no consiga ponerse en marcha, por lo que es conveniente “abrigar” el compartimento de la batería.
- Los neumáticos: aunque no te hayas comprado unos neumáticos de invierno, al menos asegúrate de que están en buen estado, para eso ya sabes que la profundidad del dibujo es esencial, sobre todo en invierno. Lo aconsejable es que la profundidad sea de al menos 3 mm y por supuesto, las cubiertas no pueden estar desgastadas y mucho menos desgastadas de forma irregular, o las consecuencias podrían ser terribles.
- El freno de mano con suavidad: si estás en la nieve, no pongas el freno de mano al máximo, es decir, no lo tenses. El motivo es que si después de aparcarlo la temperatura sigue bajando será casi imposible quítalo, pues se habrá quedado congelado. Por eso, aunque puedes usarlo, intenta no tensarlo.
- Limpiaparabrisas: lo cierto es que los limpiaparabrisas, al igual que el freno de mano, también pueden quedarse congelados. Por eso, si aparcas tu coche, debes dejarlos alzados o separados de la luna, por ejemplo, usando un cartón o unas mantas. De lo contrario, podrías perder horas intentando despegarlo.
- Presta atención a los líquidos del coche: sobre todo al anticongelante, que a muy bajas temperaturas podría sufrir algún revés. Además, el anticongelante es el encargado de asegurar la eficacia y el soporte del motor para garantizar la seguridad y efectividad del vehículo.
Elementos que no debes olvidar para conducir en la nieve
Hay otros elementos que tampoco debes olvidar y que pueden ser más importantes de lo que imaginas. Son fundamentales si vas a visitar algún sitio con nieve porque podrían salvarte de algunas horas de apuro:
- La luz de emergencia V16
- Chaleco reflectante
- Gato
- Fusibles de repuesto
- Triángulo de emergencia
- Herramientas
- Juegos de luces
- Guantes y manta
- Linterna
- Y algo de comida
Conclusión
En definitiva, casi todos los elementos del coche deben sufrir algún cambio para que conducir con nieve sea completamente seguro. Algunos de ellos también son importantes solo para conducir con frío y otros deben estar siempre presentes para evitar que el hielo o la nieve te pillen por sorpresa, por ejemplo, unas cadenas en el maletero.