Quizá has oído hablar del efecto túnel, pero no sepas qué es, cómo puede afectar al conducir, cómo se puede evitar, etc. A continuación, te damos los detalles que debes conocer al respecto.
Qué es el llamado efecto túnel
Se conoce como efecto túnel a la pérdida de campo de visión lateral por parte del conductor. Cuando esto se produce, el ángulo de visión se ve reducido, de tal modo que únicamente se tiene visibilidad frente a lo que tenemos delante y en el centro. El conductor tiene la sensación de que conduce por una especie de túnel virtual aunque se esté en un espacio abierto, y de ahí su nombre.
Cuando se produce la reducción de esta visión periférica, lo que se da es una disminución de la capacidad de reacción y anticipación del conductor, además de provocar también fatiga al requerir mucha más atención.
Es un fenómeno que afecta de un modo directo a la percepción, así como a la capacidad de reacción frente a un imprevisto.
Por qué se produce el efecto túnel
El efecto túnel está relacionado de un modo directo con la velocidad a la que se conduce: a mayor, menor es el ángulo de visión.
Cuando el coche está parado, el conductor tiene un ángulo de visión es de 180º, de tal modo que se puede percibir lo que está enfrente como lo que está a ambos lados, teniendo, pues, una visión periférica completa.
No obstante, este ángulo de visión empieza a reducirse cuando se empieza a circular y es proporcional a la velocidad a la que se conduce:
- A 65 km/h: 70º.
- A 100 km/h: 42º.
- A 130 km/h: 30º.
- A 150 km/h: 18º.
Con estos datos, queda patente que al circular a partir de los 130 km por hora la nitidez periférica se pierde y, por tanto, también la capacidad para evaluar correctamente distancias o velocidades, así como tener percepciones adecuadas y una capacidad de reacción suficiente.
También puede provocar el efecto túnel conducir bajo episodios de estrés, cansancio o los efectos del alcohol.
Consecuencias del efecto túnel
Como decimos, cuando se da el efecto túnel se producen una serie de consecuencias que son las siguientes.
Se ve reducida la capacidad de reacción al volante; al solo ver lo que está delante de nosotros, las reacciones son lentas y no se dan con toda la información visual que se necesita, puesto que no se detectan posibles situaciones de riesgo.
Como decimos, suele estar asociado a una conducción a alta velocidad, lo que hace también que el cuerpo segregue adrenalina y esto también conduce a la disminución de la concentración periférica y de atención que se requiere al volante.
Los estímulos externos se reducen, pudiendo no percibirse determinadas señales o colocación de intermitentes, etc.
Consecuencias económicas
El efecto túnel está relacionado con el exceso de velocidad y, por tanto, también puede tener consecuencias económicas en forma de sanción. En las carreteras españolas es frecuente encontrarse con radares colocados que harán que recojan el momento, la matrícula y la velocidad para que luego te llegue la multa a tu domicilio.
Cómo evitar el efecto túnel
Para evitar el efecto túnel es fundamental conducir a una velocidad prudente.
Conducir a la velocidad adecuada
Siguiendo en todo momento el Reglamento General de Circulación vigente. Además, has de tener en todo momento en mente qué te indican las diferentes señales de tráfico. Por ejemplo, es importante que sepas que el límite de velocidad en carreteras convencionales es de 90 km/h, pudiendo circular a 100 km/h cuando exista una suficiente distancia de seguridad entre coches. Tanto en las autopistas como en las autovías, el límite sigue siendo de 120 km/h.
Descansa
Además, como decíamos, si te sientes cansado o estresado, en la medida de lo posible, evita coger el coche y descansar o relajarte antes. La mente puede jugarte una mala pasada y fomentar que se acabe produciendo este efecto, con el peligro asociado que conlleva.
Si bebes no conduzcas
Del mismo modo, si se ha bebido alcohol previamente, no habrá que coger el volante. El alcohol es otro de los grandes responsables de que ocurra este efecto. Cuando se ingiere se produce una reducción de los movimientos oculares, siendo más lentos, la calidad de la visión es peor y la capacidad de reacción también.
Bajo los efectos del alcohol y las drogas también se deteriora la llamada la convergencia ocular, que es fundamental para poder evaluar las distancias, y calcular la velocidad propia y del resto de los usuarios también es más complicado. Esto, sumado a la fatiga ocular, hace que el efecto túnel pueda aparecer de un modo mucho más fácil. Y evitarlo es tan sencillo como no coger el coche habiendo bebido y no superar los límites de velocidad establecidos.
Sistemas de seguridad
Gracias a los sistemas de seguridad extra que incluyen los nuevos vehículos tenemos la capacidad de no sobrepasar la velocidad límite de la vía por la que estamos transitando. Estos nuevos sistemas de seguridad de los vehículos, pueden incluir elementos como el asistente de carril, el sistema inteligente de control de velocidad o detección de ángulo muerto. Estos sistemas pueden ayudar a mejorar la concentración de los conductores durante su tiempo de conducción. En caso de necesitar mas datos contacta con Autorent.